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BUNT: UN LUGAR PARA TODOS

POR DANIEL HASBETH

Conocí Bunt porque ahí fue mi primera cita con un chico con el que me enredé un montón. Conocer Bunt fue lo mejor que me dejó aquella relación tormentosa de la que fui protagonista el año pasado. Toda una novela, pero bueno, esa es una historia para otro día. Bunt era el lugar favorito para Pablo. Supongo que no fui el primer chico que llevo ahí y supongo que tampoco sería el último. Recuerdo que Pablo me dijo que me encantaría Bunt porque era un bar, restaurante y al mismo tiempo una galería de arte. La idea me pareció de lo mejor porque a mi corta edad nunca había estado a un sitio con estas características.

 

Bunt Café es un restaurante, bar y colectivo de arte, música y literatura ubicado en la carrera 57 no 75-41 en la ciudad de Barranquilla. Este Café ha sido lugar de un sin número de ferias dirigidas a la comunidad, como ferias veganas y de emprendimiento. De igual forma ha abarcado eventos de arte y cultura como exposiciones de fotografía y diseño. También ha sido spot para campañas publicitarias de moda y locaciones para videos musicales de Martina la Peligrosa. 

 

Recuerdo que estaba nervioso, Pablo me gustaba un montón. Él, por el contrario, estaba emocionado porque yo viera el lugar, él me conocía, sabía que me iba a encantar. 

 

Llegamos a Bunt agarrados de la mano. Yo me estaba muriendo de la pena porque aunque no soy de Barranquilla, sé que es una ciudad machista y homofóbica, y ver a dos hombres agarrados de la mano no es que sea bien visto para la mayoría de las personas y más porque aunque Pablo era algo mayor que yo, créanme que no apreciamos padre e hijo en lo absoluto.  

 

Me sorprendió ver que la única persona que puso los ojos sobre nosotros fue la mesera. Quién era demasiado amable y servicial, hasta un poco pasada.  Nadie se inmutó por nuestra llegada ni por el hecho de tener las manos entrelazadas. Me sentí cómodo, ni en mi casa tenia tanta libertad. Esto realmente me llamó mucho la atención, teniendo en cuenta que la mayoría de las parejas homosexuales tienen que  vivir bajo la sombra, el anonimato y constantemente actuar como si solo fueran amigos para evitar situaciones de discriminación en espacios como parques, restaurantes y centros comerciales, viviendo constantemente con miedo a ser expulsados de estos lugares solo por su preferencia sexual. Esto es algo que siempre me ha parecido que atenta de manera directa a los derechos humanos de la comunidad LGBIQ+, un acto de injusticia social y motivo suficiente para avanzar a una sociedad más diversa y colorida, pero bueno, de alguna u otra manera todos somos consientes que ya es momento de cambiar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En Colombia los actos de violencia y discriminación contra la población LGBTI son el pan de todos los días. Cada vez son más las denuncias y los casos de segregación que llegan a los tribunales. Por esta razón, Carlos Alfonso Negret reitera que "Estamos convencidos de que las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales, son indispensables para la construcción de paz en Colombia" citado en un comunicado de su despacho.

 

En todas ciudades de Colombia se denunciaron agresiones a lesbianas por tener expresiones de afecto en lugares públicos; se ha impedido el ingreso a gays a establecimientos públicos en razón a su orientación sexual; se les ha puesto barreras de acceso a la salud a mujeres transgénero en centros penitenciarios de Bogotá.

 

Al incorporarme en el lugar recuerdo haber visto algunas caras conocidas, incluso personas que seguía en redes sociales, fotógrafos y artistas que seguía en Instagram por su trabajo y emprendimiento. En ese momento  fue cuando me di cuenta que había un evento en Bunt. 

 

Justo ese día había una exposición de fotografía, varios artistas de la ciudad tenían una pequeña muestra de su trabajo en distintos lugares de Bunt. Nos paseamos para ver un poco de que se trataba y vimos fotografías buenísimas. Era la cita perfecta en el lugar perfecto. 

Hasta hubo un momento en el que me olvidé que estaba en una cita, me olvidé de Pablo. Era como si estuviera en una esfera, se sentía cómodo, la música era genial, estaba disfrutando de la exposición de arte, que es una de las cosas que mas me apasiona en el mundo, bueno después de mi extraña pasión de conocer chicos por internet. Era increíble la atmósfera que se vivía en ese lugar. Focos apagados, poca luz, las paredes totalmente pintadas con obras de arte que realmente no entendía pero que me parecían preciosas, mucha naturaleza, flores, plantas, luces de colores y un árbol gigante justo en el centro de Bunt hacia que me transportara a otra dimensión. Personas de todo tipo y de todas las edades compartían sin distinción. Habían parejas, grupos de solo chicas, unos abuelitos hermosos, y una familia con niños pequeños. Daba la impresión que todos se conocían de la vida y aunque yo solo había visto en redes sociales a un par de personas, de algún modo me sentía parte del lugar, me sentía cómodo en mi piel, cómodo con Pablo, cómodo con la vida misma.

 

Este sentimiento rápidamente inundó mi corazón y obviamente iba a ser así. Yo, de 18 años, acostumbrado a actuar masculino a las fuerzas, a pararme y a hablar como un “hombre de verdad”, a tener que esconder mis gustos, pasiones y sueños solo por mi orientación sexual obviamente me iba a sentir conmovido con esta sensación de libertad que para mí realmente significaba un acto rebelión y un acto de amor propio, pero ni loco me iba a poner a llorar delante de Pablo, luego pensaba que estaba loco y si lo estoy, pero era muy temprano para que se diera cuenta jajajaja.

Decidimos sentarnos y ver el menú. Pablo amaba la cerveza y no tardó en pedir una  de tipo artesanal, por el contrario yo odiaba la cerveza, desde ahí tuve que suponer que esto no iba a terminar bien, pero ya yo estaba muy involucrado como para darme cuenta. 

El menú tenia varias opciones, hamburguesas, coctéles, cervezas, comida vegetariana e incluso, vegana. De todo un poco en realidad. Me parecía increíble la manera en la que este lugar era capaz de reunir tantos gustos, tantas pasiones, tantos sabores, tantos estilos de arte y cultura dentro de un mismo sitio. Tal vez por esto Pablo amaba este lugar, podría traerlos a todos, a todos les iba a gustar,  todos se iban a sentir cómodos, todos iban a encontrar algo qué comer, todos iban a estar felices en Bunt. Qué buena estrategia, Pablito.

Pablo amó su cerveza, era su favorita y quería seguir tomando más, pero le recordé que debía manejar de regreso a casa. Por otra parte, la comida estaba deliciosa, pedimos mini hamburguesas y las devoramos en unos segundos, su sabor era genuinamente delicioso y el precio estaba más que bien, igual Pablo siempre pagaba. 

 

La noche terminó. Al salir del lugar me fuí feliz, contento, cómodo, ya quería volver a Bunt y desde entonces se ha convertido en uno de mis lugares favoritos en la ciudad de Barranquilla por el simple hecho de crear un ambiente seguro para todos, donde la cultura, las artes, la gastronomía y la amistad son los pilares de este lugar. No importa mas nada, no importa que te gusta, o quién eres, o cuántos años tienes, o si tienes hijos o eres divorciadx, lo único que importa en Bunt es que tengas muchas ganas de pasar tiempo de calidad con las personas que amas.

 

Ahhh ¿ y Pablo? No sé, creo que encontró el amor de su vida. 

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¡Conoce a los dueños de Bunt!

Keko Angulo y Nicolas Ayala..mp3Artist Name
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