M A R I C Ó N 

Desde el inicio de los tiempos el hombre blanco burgués heterosexual es quien ha venido creando y moldeando las leyes y normas que nos rigen como sociedad, esto teniendo en cuenta sus propios intereses y dejando de lado aquellos pertenecientes a los diferentes a él, llegando a someter a todo aquel que le haga competencia y creando consigo las diferencias en cuanto a raza, sexo, posición socioeconómica y orientación sexual.

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Además de esta diferenciación tan marcada, el hombre crea los llamados roles de género, que no son más que las características socialmente establecidas que determina el comportamiento para cada sexo, siendo la hembra una persona débil, delicada, alegre, dulce y servicial; mientras el macho es visto como alguien que dirige a la familia, se destaca por ser alguien fuerte, dominante, frío y hasta insensible. Estos roles además de regir nuestro comportamiento, es también un regulador, y hasta marginador de cualquiera que no siga con estas normas ya estipuladas para cada sexo; siendo tildados, en el caso de las mujeres, de machorras, mal cogidas, y areperas; y en el caso de los hombres cagás, cacorros, maricas, y maricones.

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Estos peyorativos además de ser despectivos e insensibles frente a una comunidad que es y ha sido vulnerada, discriminada, rechazada y enajenada por años; manchan la lucha de este colectivo e irrespetan el buen nombre de los integrantes de la misma. 

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Esta discriminación, por su parte, ha traído consigo actos de violencia como el caso de Sergio Urrego, un joven colombiano que se suicidó después de haber sido víctima de homofobia por parte de sus compañeros de clase y los directivos del lugar en donde según cartas del mismo Urrego lo discriminaron por su orientación sexual. El caso se hizo visible semanas después en los medios de comunicación del país y fue rechazado nacional e internacionalmente por tratarse de un caso de vulneración al derecho de la educación y por ignorar la situación que vivía Urrego.

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Otro caso latente de discriminación por orientación sexual y de crimen de odio es el sonado caso de la masacre en la discoteca gay Pulse en Orlando, Florida. Este hecho ocurrió el 12 de Junio de 2016, en donde 50 personas murieron y 53 resultaron heridas a causa de un tiroteo en manos de Omar Mir Seddique Mateen, un estadounidense con padres afganos fallecido el mismo día del siniestro. El ataque es el segundo tiroteo con mayor número de muertes en la historia de Estados Unidos y el más violento y mortal en contra de la comunidad LGBT en ese mismo país.

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Así como este caso, se conocen actos de discriminación por orientación sexual en parques y centros comerciales de Colombia por demostraciones de afecto en público entre parejas de la comunidad LGTBIQ+, uno de los más recientes es el caso de homofobia en centro comercial Andino, en donde dos jóvenes estaban agarrados de mano y un hombre comenzó a insultarlos sólo por esa demostración de afecto.

 

Otro acto homofóbico es el cuestionamiento a la recién electa alcaldesa de Bogotá Claudia López, quien al alcanzar una votación del 1.108.541 votos con respecto a sus contrincantes, decide sellar su triunfo con un beso a su pareja Angélica Lozano. Un momento histórico para el país, pues López no era sólo la primera mujer en alcanzar la Alcaldía Mayor de Bogotá, sino que se llevó el triunfo con la más alta votación registrada hasta ahora en esa contienda; además, Claudia es la primera y es además la primer abiertamente gay que tiene la capital del país.

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Es así como luego de la constante discriminación a la comunidad LGTBIQ+ en espacios públicos nacen los lugares gays, queer, o simplemente con la etiqueta gay friendly como una solución a esta problemática, para solventar esa falta de espacios de inclusión y libertad para la comunidad LGTBIQ+, para disminuir la segregación y para generar espacios seguros, cómodos y libres para todos. 

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Aunque estos lugares nacen por una necesidad real y consciente,  al mismo tiempo son estos mismos los que de alguna manera terminan aumentando la brecha de discriminación de la que ya la comunidad gay es víctima. 

Teniendo en cuenta esto, nace Maricón, una página web que busca abrir un debate sobre la pregunta: ¿Crees que la creación de estos lugares con etiquetas 'gay friendly' son la forma correcta de visibilizar y disminuir la discriminación a la comunidad LGTBIQ+ en Barranquilla?. Porque es realmente paradójico pensar que para disminuir o acabar con un problema de intolerancia hacia una minoría, es necesario apartarlos a otros lugares “solo para ellos” , como si la solución a todos los problemas de nuestra sociedad fuera echarlos a un lado. Esto, suena mucho a cuando tiempo atrás las personas negras y afrodescendientes eran enajenadas con la creación de “colegios solo para negros”  y esto pasó hace décadas, así que es inconcebible que se sigan implementando estas medidas como mecanismos para acabar con la segregación de género, sexualidad y orientación sexual. 

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Aquí, en Maricón, tocamos directamente el tema de la discriminación y segregación de la comunidad LGTBIQ+ como factor decisivo en la creación de espacios con etiquetas 'Gay friendly', además de  dar a conocer cuáles son estos lugares en donde esta comunidad puede ser con libertad, por qué nacen y cómo es la dinámica de ellos. 

Sal del clóset y siéntete orgulloso de ser MARICÓN.

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